El
Instituto de Estadística de Navarra ha hecho públicos
los datos definitivos de movimiento natural de la población
de 2018. El dato más destacado es que, por segundo
año consecutivo, la Comunidad Foral tiene un saldo
vegetativo negativo, es decir, fallecen más personas
que las que nacen. Los datos del Instituto Nacional de Estadística
referentes al primer semestre de 2019, también publicados
hoy, confirman esa tendencia, con un saldo vegetativo de
-176.
Navarra
no es la única CCAA con estos resultados; de hecho
en 2018 hubo regiones españolas con un saldo negativo
superior a 10.000.
Otro
aspecto interesante a este respecto es el Índice
Sintético de Fecundidad (o número medio de
hijos por mujer) que se situó en 1,39 en 2018, con
un descenso de siete centésimas respecto al valor
registrado en 2017. La media de España fue del 1,26.
Por
último, incluimos la edad media a la maternidad,
que en 2018 se mantuvo similar a la del año anterior,
32,5 años (frente a los 32,2 de media nacional).
En general, en los últimos años se observa
que la disminución del número de nacimientos
se ve acompañada de un retraso en la edad de la maternidad.
Así, el número de nacimientos de madres de
40 o más años, ha crecido un 49,4% en diez
años.
Está
claro que los efectos negativos del envejecimiento poblacional
se verán en el medio y largo plazo, pero a menudo
existe la tentación de centrarse en lo urgente y
dejar para más tarde las cuestiones públicas
de verdadero calado. Por todo ello, urge implementar medidas
para el fomento de la natalidad.