El desarrollo del Canal de Navarra constituye un eje estratégico para el futuro de nuestra Comunidad. Y para que sea una realidad que se materialice en un tiempo próximo, sería deseable un pacto político en torno a la defensa de esta infraestructura que supone un elemento clave para la cohesión territorial de la región, alejándola de otros intereses y de quienes siempre se han opuesto. Una infraestructura que ha salido adelante gracias a la voluntad mayoritaria de los navarros. Un informe de Institución Futuro y varios colegios de ingenieros vuelve a recordar, entre otras conclusiones, que resulta fundamental acabar el Canal, tanto la ampliación de la 1ª fase como la 2ª, y lamentan el retraso de una obra que beneficiaría económica y socialmente a Navarra, y que sigue sin llegar a la Ribera. El tiempo corre y los plazos siguen eternizándose.
