El pasado domingo se celebró el Día Mundial de la Madre Tierra. Poco a poco mercado y empresas nos permiten ser sostenibles al ofrecer cada vez más productos en cuya elaboración se han aplicado políticas ambientales coherentes. En nuestra mano está la posibilidad de ser más ecológicos, aunque en ciertos ámbitos no es posible elegir. En el sector de las tecnologías, y al margen de los dispositivos de bajo consumo, las iniciativas son escasas. Recientemente la ONU (a través de su Programa de Medio Ambiente), la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. y varias universidades y empresas (Dell, Microsoft, Hewlett Packard o Philips, entre otras) han lanzado el programa “StEP, Solving the e-waste problem”. Éste pretende solucionar el problema de la basura informática. En esa misma línea, la empresa Dell ha expuesto en marcha Plant a Tree For Me, para que al comprar un ordenador un porcentaje de los beneficios sean destinados a una organización ecologista.

La iniciativa de Earth Day Network pretende hacernos ver nuestro impacto ecológico somos según nuestros patrones de consumo. Con unas preguntas muy breves sobre nuestros hábitos y costumbres, realiza una estimación sobre cuánto terreno de tierra y mar es necesarios para generar lo que cada individuo consume y destruye. A pesar de estos esfuerzos, la auténtica solución sería eliminar el problema antes de que se produjese. En el caso concreto de los ordenadores resulta complicado comprar uno en cuya elaboración se utilicen materiales de baja contaminación. La Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y el investigador alemán Ruediger Kuehr realizaron un estudio en el que se indicaba que para la fabricación de un ordenador medio actual y una pantalla de 17 pulgadas se utilizan 240 kilos de combustibles, 22 kilos de productos químicos y 1.500 kilos de agua. Aunque los transportes y la industria son los causantes de buena parte de la contaminación, debemos darnos cuenta de que la revolución tecnológica no es tan limpia como nos la pintan.

Entradilla:
El pasado domingo se celebró el Día Mundial de la Madre Tierra. Poco a poco mercado y empresas nos permiten ser sostenibles al ofrecer cada vez más productos en cuya elaboración se han aplicado políticas ambientales coherentes. En nuestra mano está la posibilidad de ser más ecológicos, aunque en ciertos ámbitos no es posible elegir.