Mucho se ha escrito sobre las ventajas de la colaboración público-privada. La CPP es una estupenda palanca para mejorar la eficiencia del gasto público y ampliar el margen de maniobra financiera de los poderes públicos. Los elevados niveles de déficit y deuda pública, junto con los desafíos de cumplimiento de las reglas fiscales, deberían ser alicientes para plantear una política presupuestaria en la que lo privado sea un pilar más en la estrategia pública.
El Parlamento de Navarra aprobó la creación de SODENA (Sociedad de Desarrollo de Navarra) en 1984 como sociedad anónima y con normas de derecho privado. Este instrumento de apoyo financiero del Gobierno de Navarra supone un excelente paradigma de la colaboración público-privada y sus grandes beneficios. Mi paso por esta empresa navarra de desarrollo, primero en calidad del consejero en dos fases durante 6 años y luego como director durante diez años (1991-2001), me permitió participar de primera mano en su labor y ayudar al desarrollo económico de Navarra.
En su nacimiento, en un momento con una alta tasa de desempleo (16,2%) y en la fase final de un proceso de industrialización, iniciado 20 años antes, su objetivo fue crear empleo de calidad y para ello promovió nuevas inversiones participando en algún caso en el capital, fomentó acciones entre empresas para mejorar su competitividad, estableció contactos con grupos inversores y empresas y salió en busca de inversiones extranjeras para Navarra.
El resultado no se dejó esperar: más de 100 multinacionales se establecieron en Navarra, una cifra nada habitual para una comunidad de 600.000 habitantes. Las cifras de desempleo bajaron significativamente aunque los resultados económicos en sus participadas fueron, como se podía esperar, moderados. CENSA en Buñuel o Inlena (Iparlat) fueron ejemplos de aquellas primeras inversiones de Sodena. Siempre en minoría y complementando al capital privado en una colaboración que buscaba la optimización de los recursos aportados por ambas partes.
En la década de los 90 se empezó a apostar por nuevos sectores. El más destacado, las energías renovables. Inicialmente fueron la hidráulica y minihidráluica y, con posterioridad, la eólica sin estar Navarra en el mapa eólico nacional.
Sodena participó en la creación de EHN (hoy Acciona Energía), de Gamesa Eólica (hoy Siemens Gamesa) y en Gas Navarra hoy integrada en Gas Natural. Se crearon empleos de calidad y se logró gasificar Navarra y producir energías limpias a través de sus parques eólicos y minicentrales eléctricas ubicadas en la comunidad. El resultado final fue que Navarra se convirtió en una referencia mundial de las energías renovables y se alcanzó el pleno empleo.
Igualmente se apostó por participar en proyectos de consolidación como Bertako, Mepamsa, Seinsa, Onena, Cetensa, Nasuinsa, Funvera, Magnesitas de Navarra entre otras. La permanencia de Sodena en las empresas es temporal, no más de 10 años, y su salida se produce cuando otro inversor del sector privado quiere sustituirle para seguir apoyando al proyecto. Su resultado económico en este caso fue moderadamente positivo. Nuevamente la colaboración público-privada permitió la inversión inicial de Sodena, que nunca participa donde hay demanda privada suficiente para atenderla, y la búsqueda para su sustitución por el nuevo inversor.
En los comienzos del siglo XXI, Sodena vendió sus participaciones en EHN, Gamesa Eólica y Gas Navarra obteniendo importantes plusvalías que le permitieron retribuir a sus accionistas y poder apostar por nuevos sectores.
Fuera de las EERR también se consiguieron también importantes resultados. Me estoy acordando de Florette, Tutti Pasta, S21Sec, Tüv Rheinland entre otros.
El punto de mira se fijó entonces en el sector farmacéutico y biotecnológico. Sodena participó en Cinfa y se hizo socio fundador del centro e investigación de la Universidad de Navarra, CIMA. Se inviertió en el desarrollo del proyecto CIMA-Digna, en Idifarma, en 3P Biopharmaceuticals, en Ojer Pharma, en Activery Biotech, en ProRetina, y en los fondos Ysios y Suanfarma entre otros. Con estas inversiones se logró que Navarra pudiera realizar todos los procesos necesarios para la creación de fármacos, desde la investigación básica hasta su salida al mercado con lo que la región consiguió ser un referente biotecnológico y farmacéutico a nivel nacional.
Pensando en el desarrollo de algunas regiones navarras, se invirtió en Senda Viva y en Fondetursa (hoteles con encanto). Con resultados económicos nada reseñables, la apuesta por estos proyectos se justifica por su impacto en el desarrollo económico de la Ribera de Navarra.
Con la incorporación de CEIN ahora también se preocupa y ocupa por el emprendimiento atendiendo a todas las fases, arranque, expansión y crecimiento de las empresas navarras. Nucaps. Familiados, Cocuus …. son algunas Start Ups que han encontrado últimamente el apoyo de Sodena.
Hoy en día Sodena sigue apostando por el desarrollo económico y social de Navarra definiendo los sectores estratégicos y ayudando a todas aquellas empresas que tienen un plan de viabilidad refrendado por la compañía. Se interesa por anclar las empresas navarras en el territorio y sigue siendo el instrumento más importante del Gobierno de Navarra para atraer inversiones a la comunidad. La internalización, mejora de la innovación y productividad, aceleración del crecimiento, creación de empleo… son conceptos a los que Sodena da apoyo financiero temporal mediante avales, prestamos participativos o capital a las empresas navarras. Comansa, Sunsundegui, Albyn Medical, Conasa, Jofemar, Dynamobel, Nabrawind … son algunos ejemplos en los que Sodena ha participado en su apoyo.
A través de la Estrategia S4, Sodena define los sectores prioritarios aunque sus participadas responden al agroalimentario, Industria y Energía, Medicina, Movilidad, Transición Digital….
A lo largo de su recorrido, un factor de éxito en la labor de Sodena fue, sin duda alguna el apoyo que recibió de la Caja de Ahorros de Navarra (CAN) acompañándole en todos los proyectos estratégicos que se produjeron hasta su incorporación en CaixaBank.
Vuelvo a mi idea inicial: la colaboración público-privada fue un acicate para el desarrollo económico de Navarra. La industrialización, la atracción de multinacionales y el apoyo a la empresa privada fueron, en gran parte, gracias a Sodena. Estos 39 años de funcionamiento han sido un ejemplo de cómo con la colaboración público-privada se pueden desarrollar los principales proyectos estratégicos sin necesidad de que solamente se haga con dinero público.