Nos van a perdonar por tomarnos la licencia de utilizar las palabras “tarifa plana” para aplicarlo a los llamados impuestos de tipo único. El término, tan de moda por las ofertas de las empresas de telecomunicaciones, resulta muy elocuente para expresar el debate que ahora mismo existe en Europa sobre la conveniencia de aplicar una fiscalidad de tipo único. Sus partidarios piensan que es la fórmula magistral de la reactivación de las economías del Viejo Continente.

Para quien quiera adentrarse en la materia, le recomendamos el informe publicado por Allister Heath del think-tank The Stockholm Network cuyo título es Flat Tax: Towards a British Model. En él se realiza un análisis de este modelo y, en concreto, se estudia su idoneidad para el Reino Unido. Heath se suma a quienes defienden el tipo único, tanto para los impuestos personales como para el de sociedades. A su juicio, la tarifa plana fiscal es un instrumento muy útil para generar el crecimiento económico. El estudio afirma que ante una menor presión fiscal, los ciudadanos se sienten más motivados para emprender y asumir riesgos. “Y además, a diferencia de lo que piensan los críticos, los ingresos públicos no disminuyen. El impuesto de tipo único fomenta la creación de negocios, incrementa la productividad y da lugar a que la economía sumergida aflore con más facilidad”. En el informe se analizan la evolución económica de los países cuyo sistema fiscal más se acerca a la tarifa plana y la compara con la de las naciones que aún se manejan bajo modelos progresivos. Desde su punto de vista, las ventajas son patentes para los que han optado por una aproximación al tipo único. Pero más allá del debate, el libro resulta de gran utilidad para conocer el estado de la cuestión, tanto en la vertiente téorica como en las aplicaciones concretas.

Entradilla:
Nos van a perdonar por tomarnos la licencia de utilizar las palabras “tarifa plana” para aplicarlo a los llamados impuestos de tipo único. El término, tan de moda por las ofertas de las empresas de telecomunicaciones, resulta muy elocuente para expresar el debate que ahora mismo existe en Europa sobre la conveniencia de aplicar una fiscalidad de tipo único.