La buena situación económica por la que atraviesa España desde hace diez años puede empeorar si se confirman la progresiva ruptura de la unidad de mercado y la falta de solidaridad entre las regiones españolas. Ésta es la principal conclusión que se extrae de la conferencia de Cristóbal Montoro, Eurodiputado y ex-Ministro de Hacienda, celebrada el pasado 8 de marzo en Pamplona a iniciativa de Institución Futuro.
El ponente se manifestó en desacuerdo con quienes critican la dependencia que la economía española tiene del sector de la construcción, tanto para la inversión como por el ahorro. Es positivo que la inversión interna haya crecido tanto, a diferencia de otros países como Alemania, y que lo haya hecho gracias al auge de la construcción. Por eso, impulsar medidas políticas que vayan en contra del mercado inmobiliario es tirar piedras contra el propio tejado. Cristóbal Montoro señaló que España puede verse afectada por la evolución negativa de la Eurozona, incapaz en términos generales de mantener un crecimiento sostenido y de crear empleo. Aunque el resto del mundo se encuentra en una fase expansiva, no ocurre lo mismo con la mayoría de los países de la UE. Nuestro modelo de crecimiento está gripado. El ex-Ministro de Hacienda afirmó que Estados Unidos seguirá ejerciendo de motor del sistema económico mundial, aunque ahora habrá de contar con la participación más activa de China y otras asiáticas. Será necesario encontrar un nuevo sistema de gobernanza mundial que sustituya al actual. Montoro confía en que España, al igual que el Reino Unido, continúe por su propia senda de crecimiento, que le ha llevado a diferenciarse claramente del resto de los países europeos. En un período de declive del Viejo Continente, España ha creado 7,4 millones de puestos de trabajo y 760.000 nuevas pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, cree que la incertidumbre en el plano político, con las propuestas de cambio del marco jurídico institucional, puede provocar una caída de la confianza internacional, que actualmente alcanza su punto más elevado. Sobre los retos futuros que hemos de afrontar, el eurodiputado apuntó que hay que prepararse ante el cambio climático y la crisis energética, los cambios introducidos por el desarrollo tecnológico y el envejecimiento de la población en el mundo occidental. En ese sentido, tiene la impresión de que los españoles no somos tan conscientes de los desafíos que se avecinan, quizá debido a la larga situación de bonanza económica de la que disfrutamos desde 1996. Montoro sugirió que se mantengan las políticas que han tenido éxito hasta la fecha, que se evite la tentación del intervencionismo en los sectores estratégicos y que se contenga el déficit exterior. Sobre este último aspecto, aconsejó que las empresas españolas realicen más inversiones directas en el exterior para compensar la balanza negativa.