La industria exige al Gobierno foral acelerar el TAV y mejor fiscalidad

Diario de Navarra (edición digital)

Casualidad o no, un grupo de organizaciones empresariales se ha adelantado al Gobierno de Navarra para publicar sus propias conclusiones y recomendaciones a partir de las 450 propuestas presentadas por los interlocutores sociales y económicos en el foro de la industria que se ha desarrollado desde septiembre del año pasado. Lo hizo ayer en un acto en el que participaron representantes de la Confederación Empresarial Navarra (CEN), la Asociación de la Industria Navarra (AIN), la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Navarra, la Asociación para el desarrollo de la Empresa Familiar Navarra (ADEFAN), la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN), Institución Futuro (IF) y el Clúster de la Industrialización de la Construcción de Navarra (ICONS).

“Lo que hace este manifiesto es ordenar y priorizar porque había, en nuestra opinión, una dispersión muy grande”, contestó diplomáticamente el secretario general de CEN, Carlos Fernández Valdivielso, al ser preguntado sobre si el documento le marcaba el camino al Ejecutivo foral. El hecho es que el “resumen ejecutivo” elaborado por estas organizaciones empresariales llega cuando los interlocutores sociales y económicos esperan recibir “pronto”, como reconoció Fernández Valdivielso, la convocatoria de la mesa de la industria en la que el Gobierno de Navarra presentará sus propias conclusiones de las 450 propuestas para impulsar el sector manufacturero.

El acto tuvo lugar en la sede de la CEN tras una reunión de las organizaciones firmantes con el consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo, para explicarle la batería de medidas consensuadas. Durante la presentación del manifiesto, los distintos portavoces alabaron la actitud receptiva del Gobierno de Navarra, así como el interés demostrado por impulsar el tejido industrial.

TAV PARA EXPORTAR A LA UE Y AGUA PARA REGADÍO

Respecto a las infraestructuras, los firmantes demandaron “acelerar” el desarrollo del Tren de Alta Velocidad (TAV) en Navarra, de forma que sea “una conexión rápida y eficiente con la capital de España, además de las principales ciudades, y sirva de canal de salida hacia Europa”. También, se reclamó acometer “la segunda fase del Canal de Navarra con celeridad”. Otras de las peticiones en infraestructuras incluían el refuerzo de la red eléctrica, la conclusión de la autovía A-15 hasta Madrid “tanto en los tramos navarros como en los estatales”, una mayor “conectividad aérea” mediante el aumento de la frecuencia con Madrid y la ampliación de los destinos internacionales. Además, también destacaron la importancia de impulsar el transporte de mercancías por ferrocarril con una visión multimodal con un “nuevo nodo” en Tudela que se sume al de Noáin.

El manifiesto planteaba a las Administraciones Públicas la consolidación del principio ‘solo una vez’, lo que supondría que las empresas no tuvieran que presentar la misma documentación repetidamente en los distintos departamentos donde se tramiten las solicitudes. Se reclamaba además una agilización de los procesos y la reducción de los plazos en la concesión de licencias y permisos de actividad a través de “declaraciones responsables que tengan garantía jurídica”. Las mejoras administrativa también pasarían por recuperar la ventanilla única empresarial, así como por introducir la trazabilidad de los expedientes para registrar el tiempo transcurrido en el proceso de gestión para permitir a las empresas una “visibilidad constante” de sus expedientes.

En cuanto a la fiscalidad, las organizaciones empresariales firmantes del manifiesto por la industria consideraban que se estaba desaprovechando la autonomía tributaria de Navarra. Solicitaban así un giro en la política fiscal para “impulsar el desarrollo y la implantación de más industria, así como la atracción y fidelización del talento”. Entre otras medidas, pedían reducir el tipo nominal del Impuesto de Sociedades “equiparándolo a comunidades limítrofes (24%) y del tipo mínimo al 15% y la reducción del tipo máximo de IRPF al 45%”. “La autonomía fiscal debería servir para mejorar el crecimiento de las empresas y no limitarse a ser un instrumento recaudatorio”, indicó el secretario de ADEFAN, Pachi Esparza.

Como principales soluciones a los crecientes problemas por la escasez de personal y la necesidad de atraer y retener el talento, los firmantes sugerían una batería de medidas en materia de fiscalidad, vivienda, transporte, políticas activas de empleo y ciclos de Formación Profesional para favorecer la aparición de nuevas vocaciones. Apuntaban también a la contradicción que suponía la dificultad para cubrir algunos puestos de trabajo y el aumento de beneficiarios de la renta mínima garantizada, por lo que solicitaban “potenciar la inserción laboral de este colectivo, de manera que los beneficiarios demuestren esfuerzos continuos para encontrar trabajo y se penalice el rechazo injustificado de ofertas de trabajo”.

Como vicepresidente del Clúster de la Industrialización de la Construcción de Navarra (ICONS), Luis Ilundáin insistió en los beneficios que traería la implantación efectiva del principio ‘solo una vez’ en la presentación de documentos ante la Administración foral, de forma que esté interconectada “para facilitar el trabajo de las empresas”. También abogó por agilizar los trámites administrativos mediante “declaraciones responsables”, ya que dijo que no tenía sentido que llevara más tiempo obtener una licencia que en “construir 134 viviendas”. Reclamó además que se permita la trazabilidad de los expedientes que tramita la Administración foral en unos tiempos en los que ya se puede seguir en tiempo real la entrega de “un paquete o una pizza”.

La directora general de la Asociación de la Industria Navarra (AIN), Ana Ursúa, afirmó que la Comunidad foral cuenta con “un tejido industrial con un gran peso y un excelente desempeño”, por lo que destacó la necesidad de seguir desarrollando el ecosistema de “talento, infraestructura, innovación y agilización de trámites” de la mano del Gobierno de Navarra para que las empresas industriales encuentren “todo aquello que necesitan para prosperar”. También se mostró partidaria de promover “nuevas vocaciones” empresariales capaces de continuar con el legado recibido: “Necesitamos una generación entera de jóvenes que se apasionen por el reto de mantener el tejido industrial que tenemos y garantizar la prosperidad de esta comunidad”.

Javier Taberna, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Navarra, destacó la utilidad que tuvo en su día la implantación de la Ventanilla Única Empresarial y reclamó que se reimplantara. “Cada día es más complicado crear, desarrollar y consolidar una empresa, lo que hace que mucha gente joven desista de ser convertirse en empresario”, lamentó antes de mencionar la “infinidad de normativa a todos los niveles” que debe cumplirse. Taberna también se mojó cuando se preguntó acerca de la mejora de la fiscalidad incluida en el manifiesto por la industria: “No soy optimista. El modelo fiscal se ha convertido en algo ideológico, de forma que la izquierda los quiere subir y la derecha bajar. Debería verse como una herramienta para atraer empresas y generar más recursos”.

El vicepresidente de la Confederación Empresarial de Navarra (CEN), Helmut Döllerer, incidió como principal prioridad para ayudar a la industria Navarra en el terreno de las infraestructuras el desarrollo completo del Tren de Alta Velocidad y su integración con Zaragoza y la Y vasca. “Necesitamos una vía de ancho internacional con Madrid y Europa. Es complicadísimo traer o sacar mercancías y la Agenda 2030 exige a las empresas cumplir con un porcentaje mínimo de transporte ferroviario”, afirmó. Y también recordó que, de los 57.000 millones invertidos en Alta Velocidad en España, solo 233 correspondían a Navarra dejándola “en clarísima desventaja con otros territorios”, por lo que mostraba su preocupación por la falta de avances y planificación para completar el proyecto.

“El manifiesto para el impulso de la industria en Navarra no es una carta a los reyes magos”, afirmó el secretario de la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar Navarra (ADEFAN), Pachi Esparza. Tras destacar que aquellas regiones en las que priman las empresas familiares son “más estables y cuentan con un futuro más cierto” por su “arraigo” con el territorio, Esparza detalló algunas de las peticiones relacionadas con la necesidad de atraer y retener el talento. En ese sentido, definió como “paradójico” que existan vacantes en las empresas que no se puedan cubrir mientras haya, al mismo tiempo, mucho paro: “Mientras sea necesario, una persona puede recibir una renta social, pero el objetivo deber ser siempre enseñarle a pescar y no darle de comer”.

La ejecución de la segunda fase del Canal de Navarra supondría un fuerte impulso para la industria agroalimentaria y para el desarrollo de las zonas rurales de la Ribera, según expuso ayer la presidenta de la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN), Esther Burgui. Tras definirla como una infraestructura “crucial” para el futuro del sur de la Comunidad foral y una forma de aprovechar todo su potencial, abogó por concluir cuanto antes esta infraestructura que proporcionaría “un suministro de agua suficiente y fiables tanto para el regadío como para el consumo humano”. Burgui abogó por convertir la segunda fase del Canal en un “referente a nivel nacional” a la hora de “diversificar producciones y nuevos cultivos” como hizo la primera fase.

Una de las principales ventajas con las que cuenta Navarra es su autonomía fiscal, según recalcó ayer Ramón Pérez, representante del laboratorio de ideas Institución Futuro. Durante su intervención expuso las ventajas que una correcta política tributaria tendría a la hora de “atraer y retener” las inversiones empresariales, con las ventajas que ello conllevaría en empleo, ingresos y actividad. También consideró que podría convertirse en un instrumento para favorecer el crecimiento de las pymes, pero admitió que “ese no es el enfoque” que, a su juicio, estaba planteando el Gobierno de Navarra: “Insisto mucho en el crecimiento de las empresas porque tenemos un tejido muy de pymes y debiéramos favorecer que aumentaran su tamaño mediante la fiscalidad”.