El think tank Institución Futuro sostiene en un análisis sobre la medidas fiscales para 2023 que “Navarra sigue sin aprovechar su capacidad fiscal para la atracción de empresas y creación de empleo” y continúa así “en desventaja respecto a los contribuyentes del resto de España”.
En conjunto, dice en una nota de prensa, “se echa en falta haber utilizado la norma para corregir y revertir algunas situaciones que han producido en los últimos años una peor fiscalidad en Navarra y un deterioro de su competitividad fiscal“.
Y en este sentido subraya que se debería incluir en estas medidas “una deflactación para 2023 de todas las magnitudes del IRPF para corregir el efecto de la inflación” ya que la deducción extraordinaria para rentas de trabajo de hasta 35.000 euros “supone una subida encubierta del IRPF de las rentas superiores a esa cifra”.
Cuestiona también el think tank que “no se potencien” los planes de pensiones privados y que la tarifa de la base liquidable especial del ahorro “penalice especialmente” en sus tramos bajos a los pequeños ahorradores frente a los de territorio común, diferencia que puede llegar a 5 puntos de presión fiscal.
Critica además que no se incluye en la normativa que la retribución de emprendedores con participaciones o stock options no tribute hasta que se vendan o tribute en una menor cuantía ya que en el Estado y en el País Vasco “tienen una tributación mucho más favorable”, por lo que la fiscalidad navarra “produce una clara desventaja competitiva en la atracción de estos emprendedores”.
Por el contrario, Institución Futuro ve “interesantes” las medidas de apoyo al emprendimiento, tanto para emprendedores como para inversores, y que se amplían las condiciones de impatriados (hasta ahora únicamente aplicables a profesionales del ámbito de la I+D+i y docencia universitaria) a otro tipo de profesionales, como actividades de organización, gerencia, de carácter técnico, financieras o comercial, aunque “echa en falta” que no se apliquen a administradores de sociedades o nómadas digitales con hace la “Ley de Startups”.
Por último valora la elevación del umbral del importe neto de la cifra de negocio para que una entidad pueda considerarse pyme a efectos del Impuesto de Sociedades.