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Queridos lectores, muchos recordaréis cómo la pareja de gemelos Maitane y Javier cumplieron 30 años el pasado 4 de marzo de 2024, coincidiendo la fecha de su feliz nacimiento con la aprobación por el Estado, también hace 30 años, de la construcción del Corredor Navarro de Alta Velocidad. Como ya comentamos en su día, en estos años tanto Javier como Maitane se han desarrollado por completo como personas y buenos navarros e, incluso, Maitane ya ha tenido su primera hijita que acaba de nacer y le ha puesto por nombre Irati. Mientras, ese ente llamado Administración del Estado se olvidó ferroviariamente de Navarra y a estas alturas, y como sabemos, el Corredor Navarro del TAV está, como la pequeña Irati, en pañales.

Institución Futuro y los tres Colegios Profesionales en Navarra de Ingenieros de Caminos, de Agrónomos e Industriales, se pusieron de acuerdo hace poco más de dos años primero para denunciar la impresentable ausencia del TAV en Navarra y, segundo, para presentar a la sociedad con datos que, si se quería, se podía tener el TAV en Pamplona para 2030 y, después, llegar a la Y Vasca en 2035. Para complicar las cosas, esta lucha civil ha sucedido en medio del merengue político y pseudotécnico que ha contaminado por completo este proyecto: el debate de la conexión con la Y Vasca, relevante pero ahora mismo no prioritario.

Para más inri, el Ministerio y el Gobierno de Navarra presentaron en enero de este año la ya tristemente famosa villavesa ferroviaria entre Pamplona y Zaragoza que, gracias a la presión civil, ciudadana y mediática, parece que será sustituida en unos meses. Para rematar, la presidenta del Gobierno de Navarra se comprometió a que Pamplona tendría Alta Velocidad en 2026, lo que fue un tremendo error. Y cerrando la catástrofe, este mismo diario ha publicado que entre 2015 y 2021, siete años, el Estado ha “migajeado” a Navarra con 300 millones de euros, de los 70.000 millones de inversión pública que ha gastado en toda España. Un verdadero atraco político, económico y social.

Así que en esas estábamos cuando el ministro Oscar Puente, en medio de la actual tempestad política y parlamentaria española, presentó por primera vez en el Congreso el pasado 11 de septiembre una impecable intervención sobre la situación y objetivos de todo el Corredor Navarro de Alta Velocidad, en respuesta a una inteligente y moderada interpelación parlamentaria de UPN. Desde luego, aquí ya ninguno nos chupamos el dedo, pero muchos todavía pensamos que los poderes públicos, los parlamentos y gobiernos, sí nos representan. Y si el ministro competente dice por primera vez en las Cortes españolas que el Ministerio trabaja para que el TAV llegue a Pamplona en 2030, a lo mejor habrá que creérselo. Y si el mismo ministro dice, como dijo, que para que el TAV llegue a Pamplona desde Zaragoza en 2030, la decisión de cómo se hará la conexión con la Y Vasca “es ahora irrelevante” a lo mejor hay que felicitarle. Hay más: a raíz de esta interpelación el pleno del Congreso aprobó a continuación, con nada menos que 321 votos a favor, instar (exigir) al Gobierno que esa llegada del TAV a Pamplona en 2030 fuese como debe ser, en nueva doble vía desde Zaragoza, ancho internacional y tráfico mixto, en su integridad.

Y por todo ello, esta vez la sociedad civil de navarra, seguro, ya no va a parar hasta conseguirlo. Y el Gobierno de Navarra, que con independencia de lo que votemos cada uno, es el gobierno de todos, más le vale ir por delante que ir por detrás, y ser el máximo acicate del Gobierno central; porque aquí se va aplicar el verso de Joan Manuel Serrat en su canción de 1981 “A quien corresponda:…acláreles quién manda, y quién es el mandao”. Porque Javier y Maitane a sus 30 años son Navarra: son su ciudadanía, y son sus familias; son las empresas y los emprendedores, con sus proyectos, sus problemas, sus ilusiones de todo tipo, sus cargas y sus impuestos y, sobre todo, con sus aspiraciones para progresar. Y Maitane y Javier ya no van a esperar otros 30 años, ni siquiera otros 10 años a tener en la puerta de casa lo que ya tienen el 80% de los españoles, que es el Tren de Alta Velocidad.

Es cierto que este ministro pertenece al Gobierno que más se contradice a sí mismo. Pero ministro, esta vez te creemos. Primero, porque es el único ministro de Transportes que tenemos y segundo, porque esto del TAV va de proyectos, obras, vías y trenes. Y, por eso, en esta parte de la sociedad civil de Navarra, la que a día de hoy la representan Institución Futuro y tres Colegios profesionales, que existe y que se ampliará, se va a leer todos los días el BOE, y todos los días le vamos a decir a Maitane y a Javier si lo que comprometió en el Congreso el ministro Puente ese 11 de septiembre de 2024 le honra porque lo cumple o, ¡ojalá no! le deshonra porque no cumple y nos haya vuelto a engañar. Ver venir. Pero, esta vez y por una vez, margen de confianza.

Álvaro Miranda Simavilla. Ingeniero de Caminos y miembro del think tank Institución Futuro

 

Institución Futuro
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