Institución Futuro presenta el informe “Hacia un nuevo modelo sanitario en Navarra”, que realiza un exhaustivo diagnóstico de la situación actual del funcionamiento de esta área en cuanto a listas de espera, pacientes sin cita asignada, quejas, percepción ciudadana, etc. Concluye que, a pesar de tener los presupuestos de Salud más expansivos de la historia, el sistema sanitario navarro requiere de un cambio profundo para mejorar su funcionamiento, actuando en dos frentes: uno coyuntural para resolver cuanto antes los problemas más acuciantes –las elevadísimas listas de espera- y otro estructural, para generar unas bases sólidas en nuestra sanidad pública con un cambio de modelo sanitario basado en la cooperación público-privada y en la economía del conocimiento y la innovación.

Salud es el departamento de mayor gasto dentro de los Presupuestos Generales de Navarra en cada uno de los años: en 2024 alcanzó el 26,5% del gasto no financiero. El gasto se ha incrementado en los últimos años, al pasar de 1.086 millones de euros presupuestados en 2019 a 1.465 millones en 2024. Por tanto, en esos años Salud ha contado con más de 1.000 millones más.

Con estos niveles de gasto podría esperarse que la calidad de los servicios hubiera mejorado. Sin embargo:

  • Las listas de espera están en máximos históricos. A marzo de 2024 había 67.606 personas en espera de una primera consulta con el especialista (cifra récord) y una demora media de 84 días naturales.
  • La comparativa con otras CCAA muestra que Navarra es la cuarta CCAA con mayor número de pacientes en lista de espera por cada 1.000 habitantes para primera consulta con el especialista. El tiempo medio de espera (en días) era en Navarra a diciembre de 2023 de 114 días, el tercer peor resultado de todas las regiones españolas.
  • El número de navarros en listas de espera de primera consulta sin cita asignada se ha duplicado de diciembre de 2019 (24.980) a diciembre de 2023 (52.640).
  • También se han alcanzado cifras record en el número de personas en lista de espera en las que se está incumpliendo la ley de garantías, ley que en teoría garantiza que las consultas de atención especializada, se celebren en un plazo máximo de 30 días desde la solicitud del facultativo: 48.036 en diciembre de 2023 frente a las 27.169 de diciembre de 2019.
  • El número de quejas y reclamaciones, 60.031 a cierre de 2023, prácticamente duplicó el de 2019, 30.639, lo que muestra la gran insatisfacción ciudadana con el servicio.
  • El número de primeras consultas en atención especializada (medido como actividad) en los tres hospitales de navarra alcanzó en 2023 la cifra de 302.169, lejos de las 337.495 de 2018. En diciembre de 2018 las listas de espera para primera consulta afectaban a 32.720 personas, frente a las 65.667 de diciembre de 2023.
  • En el caso de la actividad quirúrgica (tanto programada como urgente), el número lleva aumentando desde la caída de 2020, pero a un ritmo menor del deseable, dado que sigue aumentando la lista de espera. A esto hay que añadir que en el momento en el que aumente la actividad en consultas, la lista de espera quirúrgica también aumentará, dado que aproximadamente el 20% de la consulta quirúrgica acaba en el quirófano.
  • La situación de los profesionales sanitarios muestra una elevada temporalidad (del 59% en 2022) y unas retribuciones de los profesionales médicos muy por debajo del resto de CCAA.
  • Se está produciendo un incremento de la penetración de los seguros privados de salud, tanto en número de asegurados (que de 2015 a 2023 se ha incrementado un 87,8% hasta alcanzar los 75.261) como en el volumen de las primas contratadas (aumento del 141% entre 2015 y 2023, lo que se corresponde con un valor de primas el año pasado de 70 millones de euros).

El informe incluye una serie recomendaciones para revertir la situación expuesta, centrado en un cambio de modelo sanitario, basado en dos frentes: uno coyuntural para resolver cuanto antes el problema de las listas de espera y otro estructural, para generar unas bases sólidas en nuestra sanidad pública.

Desde el punto de vista coyuntural, hay que adoptar rápidamente medidas que hagan a nuestro sistema sanitario más atractivo para fidelizar y atraer a los profesionales sanitarios, con retribuciones que estén en la parte alta de las CCAA. Además, aplicar retribuciones especiales para determinados puestos, incentivando los puntos de difícil cobertura, ofreciendo contratos largos y atractivos a los residentes que acaban su especialidad, facilitando la docencia, los desplazamientos, la conciliación, etc.

Otra medida urgente es definir un plan de choque contra las listas de espera, que debería sustentarse en tres ejes: nuevas contrataciones, programas extraordinarios tanto de consultas como quirúrgicos y colaboración/derivación a centros concertados.

Desde el punto de vista estructural existen dos conceptos fundamentales: la innovación y la colaboración público-privada. Innovar en la gestión implica adaptarla a la realidad creciente de la cronicidad y la pluripatología, creando nuevos escenarios de atención con el apoyo y desarrollo de las TIC. Innovar acometiendo una reforma del actual sistema funcionarial, que permita orientar el trabajo al desempeño y al logro, cambiando el paradigma para pasar del “cuánto” al “cómo”, de la cantidad a la calidad.

Con mayor flexibilidad organizativa, potenciando la autonomía de gestión de los centros, servicios y profesionales, lo que hará necesario la independencia del SNS-O de Función Pública. Con un nuevo modelo retributivo en el que el componente variable sea importante y con sistemas de incentivos ligados a resultados y calidad.  Asimismo será fundamental un nuevo desarrollo profesional, que comprenda dos vías: asistencial y docente-investigadora.

Específicamente en atención primaria es necesaria una gestión individualizada de cada Centro de Salud, puesto que tienen necesidades diferentes y, por tanto, las soluciones también variarán. Hay que continuar con la mejora de la capacidad resolutiva del médico de Atención Primaria y de la coordinación de Primaria-Especializada.

La innovación en la investigación es primordial. Hay que establecer mecanismos que apoyen y faciliten la investigación de los profesionales (atracción de talento, carrera investigadora…), aumentando la captación de fondos para la investigación, mediante la participación en convocatorias y mejorando la captación de capital privado. Asimismo, resulta crucial que el talento de los profesionales desarrolle conocimiento que se transfiera al tejido empresarial, a la economía y al empleo.

El otro concepto estructural es la colaboración público-privada, no basada solamente en la extensión de la oferta sanitaria y la tecnificación de sus servicios, sino basada en potenciar la atención sanitaria y la investigación, posibilitando redes que permitan el desarrollo de la innovación. Todo ello para aportar, además de una excelente sanidad a los ciudadanos, un desarrollo económico basado en la economía del conocimiento y la innovación.

Aspectos como la puesta en marcha de una red asistencial de utilidad pública, con la creación de unidades público privadas súper especializadas de referencia que incluso puedan dar cobertura a comunidades limítrofes. El trabajo en red (radiología, laboratorio…), la extensión de la oferta sanitaria, el establecimiento de hospitales de referencia públicos o privados o la atención complementaria son áreas importantes. También la cooperación en la investigación entre las diferentes instituciones para posibilitar redes que permitan el desarrollo de la innovación, canalizando ideas innovadoras.

Institución Futuro
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