Lo que se busca con la proposición es, en primer lugar, eliminar trabas administrativas para conseguir que los plazos para la creación de empresas se reduzcan. En la actualidad en España se tardan, de media, 47 días en abrir un negocio, tras haber tramitado 10 procedimientos, lo que nos sitúa, de acuerdo con el Doing Business, en el poco honroso puesto 49 de toda la OCDE. En segundo lugar, se plantea la aplicación de un régimen fiscal favorable al emprendimiento, en el que se establece, por ejemplo, que las empresas que facturen menos de 10 millones de euros al año tributen un máximo de un 20% o que las empresas no abonen el IVA a la Administración hasta que no lo cobren.
La tercera propuesta consiste en la creación de un Fondo público para emprendedores. Reconozco que tengo mis dudas sobre esta medida por creer que, a la vista de la experiencia, la siembra de subvenciones no se traduce necesariamente en un florecimiento de los emprendedores. Otra cosa muy distinta es que, tal y como se destaca en la Propuesta de Ley, se apoyen las redes de business angels, inversores privados que tengan facilidades para conocer nuevos proyectos donde puedan invertir. A este respecto, la iniciativa Forum Moderna de Inversores, lugar de encuentro para inversores y emprendedores, impulsada por el Gobierno de Navarra y la Cámara de Comercio, y gestionada por la empresa Coeli Novae, es un buen ejemplo.
El Círculo de Empresarios, entidad ubicada en Madrid, publicó hace un año un interesante informe sobre cómo crear empleo y modernizar la estructura y el tejido productivo de nuestro país. Su propuesta de solución era sencilla: ¡más empresarios! En concreto, cifraba la necesidad a escala nacional en medio millón de nuevos empresarios. El citado Círculo destacaba también la necesidad de enviar un mensaje inequívoco y nítido a la sociedad: “los empresarios crean puestos de trabajo, riqueza y bienestar, a la vez que actúan como agentes de innovación y progreso”. No sabría precisar si la cifra de medio millón de empresarios es la necesaria para que nuestra maltrecha economía se recupere, pero no me cabe la menor duda de que el Círculo de Empresarios va bien encaminado en su batería de sugerencias.
No es la primera vez que desde Institución Futuro tratamos el tema del emprendimiento. Y lo seguiremos haciendo hasta que se den las condiciones óptimas para que las personas que quieran iniciar su propio negocio obtengan facilidades de la Administración y el respeto general de la sociedad. En esta cuestión, al igual que en otras muchas, se necesitan más que palabras.