Porque la primera víctima ha sido, sin duda y de nuevo, la austeridad. El acuerdo alcanzado por el cuatripartito del PSN-Geroa Bai/PNV-Zurekin más Bildu ha vuelto a configurar una estructura del Gobierno de Navarra hipertrofiada con 13 departamentos que reproduce el derroche de cargos y prebendas del gobierno anterior, con un elevadísimo gasto público asociado que deberemos pagar entre los ciudadanos y empresas de la Comunidad Foral por el mero capricho y por las componendas políticas del cuatripartito gobernante en Navarra.
Al respecto de esta pésima noticia, vemos que el PSN, pese a haber asegurado desde los resultados de las pasadas elecciones forales que Geroa Bai no iba a disponer de tantas carteras como en la estructura anterior, finalmente ha cedido. Geroa Bai va a contar con 4 carteras obtenidas a última hora, lo que descarta contar con un Gobierno de Navarra más reducido y menos costoso.
La fiesta la pagamos entre todos los contribuyentes. Ya vamos por una deuda pública de más de 3.100 millones de euros, lo que equivale a 4.600 euros per cápita. Pero parece que la deuda no importa ni molesta, ya pagarán las próximas generaciones.
Tras la austeridad, el Tren de Alta Velocidad (TAV) en Navarra es la siguiente víctima propiciatoria. Al leer el acuerdo de Gobierno firmado por PSN-Geroa Bai-Zurekin y presentado posteriormente al beneplácito de Bildu, se comprueba con estupor cómo no se hace mención alguna a una de las dos infraestructuras estratégicas de Navarra, como es la construcción del Tren de Alta Velocidad (la otra, el Canal de Navarra).
Lo cual no deja de ser lógico cuando tres partes del cuatripartito, Geroa Bai, Zurekin y Bildu se oponen frontalmente a esta infraestructura de progreso en nuestra Comunidad; fruto unos de su absoluta incoherencia, como es Geroa Bai/PNV, máximos impulsores del TAV en el País Vasco, otros Zurekin por desechar todo lo que es progreso material de las sociedades y Bildu porque lleva 40 años atacando las infraestructuras estratégicas en Navarra.
Lo asombroso es que el PSN, responsable del Gobierno de Navarra en materia de Infraestructuras se haya doblado y tragado con esta nueva exigencia en contra de los intereses mayoritarios de la sociedad de la región. Institución Futuro, junto con los Colegios Oficiales de Ingenieros de Caminos, Industriales y Agrónomos, celebró el pasado mes de abril una amplia jornada sobre los retos del Tren de Alta Velocidad en Navarra. Esta jornada tenía como objetivo, entre otros, que el TAV tuviese su espacio en los compromisos electorales de los partidos políticos de cara a las elecciones forales del 28M. A lo largo de la jornada se pusieron de manifiesto numerosos retos del TAV para Navarra en esta próxima legislatura, y muy en particular el acelerar ostensiblemente el ritmo de construcción de obras entre Zaragoza y Pamplona para la llegada del AVE a la capital de Navarra y junto con ello la construcción de la nueva estación de Pamplona, así como la variante y estación de Tudela.
En dicha jornada del TAV estuvo presente y participó el consejero de Cohesión Territorial, junto con buena parte de los responsables del departamento. El mensaje que transmitió el consejero fue muy positivo: dejó bien clara la apuesta del Gobierno de Navarra por el TAV y los logros que habían conseguido en la legislatura que concluía. Por todo ello el estupor, indignación y máxima preocupación se aceleran a leer las 60 páginas del acuerdo de Gobierno del cuatripartito, donde ha desaparecido el Tren de Alta Velocidad de los compromisos del nuevo Gobierno de Navarra.
Es inadmisible que una infraestructura de transporte sostenible y puntal de progreso, pagada 100% por el Estado, y de la que ya disfruta cerca del 75% de los españoles, sea ninguneada por el nuevo Gobierno de Navarra. La única esperanza que nos queda en Institución Futuro es que las fuerzas que ahora se oponen se acaben plegando respecto del TAV, al igual que ya lo han hecho en su Acuerdo de Gobierno respecto de la necesidad de Itoiz (sin nombrarlo) y del Canal de Navarra. Después de más de 30 años de oposición y sabotajes, ya reconocen por escrito que el Embalse de Itoiz (insisto, sin nombrarlo) y el Canal de Navarra son indispensables para llevar agua de calidad a la Ribera.
Hay más víctimas del acuerdo de Gobierno. Según el mismo, vamos a tener una fiscalidad “justa y progresiva” que va a seguir ayudando a las empresas. Parece que los firmantes del pacto no son conscientes de las constantes quejas de los empresarios navarros, que ven cómo cada vez más regiones emplean la fiscalidad para apoyar su dinamismo. Y observan, atónitos, cómo el autogobierno foral se utiliza para estar en peores condiciones que el resto de CCAA.
Como siempre, los damnificados del mal hacer político somos los ciudadanos. Fiscalidad e infraestructuras son dos de los lamentables ejemplos. Respecto a estas últimas, o aumenta la inversión por parte del Estado (algo que no parece que vaya a ser en absoluto una prioridad para nuestro Gobierno) o mi generación no viajará en TAV a Madrid. Ojalá me equivoque.