La filantropía está evolucionando desde la donación a ONG´s (sin que éstas rindan cuentas a sus donantes) hacia la “venture philantropy” (que concibe la ayuda como inversión y busca la obtención de resultados sin olvidar el ánimo de lucro). Es esta última vertiente del humanitarismo la que se está desenvolviendo con mayor protagonismo, gracias a iniciativas como las de Yunus, premio Nobel de la Paz. A través de sus microcréditos, promueve el espíritu emprendedor de los países menos desarrollados y capacita a las personas necesitadas para sobrevivir sin la dependencia que generan las donaciones. Por esta razón, son muchos los que apuntan que esta nueva revisión del capitalismo, menos salvaje y más altruista, será la que acuñe el famoso eslogan de “otro mundo es posible”.

Así, un estudio coordinado por la consultora Begoña Benytez ( en colaboración con la Escuela de Negocios y el Instituto de Análisis Intangibles), en el que han participado el 60% de las empresas que cotizan en el Ibex, constata que la implantación de la Responsabilidad Social Coorporativa (RSC) se ha disparado. El 97% de estas empresas afirma estar adscrito a iniciativas en materia de RSC, dato que indica la importancia que conceden las empresas a cuestiones sociales y medioambientales. Si hace sólo diez años el 14% de las empresas tenía un plan de RSC, ahora el 41% lo ha implantado hace menos de dos años. De otro lado, filantropía e inversión se dan la mano a través de la Inversión Socialmente Responsable(ISR), que tiene en cuenta criterios de rentabilidad y riesgo junto a los éticos, sociales y medioambientales. El volumen de patrimonio de estos fondos solidarios en nuestro país ha evolucionado de 69,24 millones de euros en 2000 a 1.031,59 millones en 2005. ¿Será porque ser ético resulta rentable a largo plazo?

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La filantropía está evolucionando desde la donación a ONG´s (sin que éstas rindan cuentas a sus donantes) hacia la “venture philantropy” (que concibe la ayuda como inversión y busca la obtención de resultados sin olvidar el ánimo de lucro). Es esta última vertiente del humanitarismo la que se está desenvolviendo con mayor protagonismo, gracias a iniciativas como las de Yunus, premio Nobel de la Paz.