La semana pasada el Instituto Nacional de Estadística publicaba los Indicadores de Confianza Empresarial (ICE) referentes al cuarto trimestre de 2017. Veamos algunos de los datos.
La comparativa del Índice de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) muestra cómo si bien Navarra llevaba desde 2014 por encima de la media nacional, esa tendencia cambió en 2016. Desde entonces, ha habido tres trimestres consecutivos en los que la confianza empresarial de Navarra ha sido menor que la media española. En el tercer trimestre de 2017 Navarra volvió a colocarse por encima, pero los datos del 4T muestran cómo la caída de la confianza ha colocado a Navarra a tan solo dos décimas por encima de la media nacional. Una tendencia irregular que contrasta con los años anteriores.
La caída del ICEA del 4º trimestre de 2017 ha sido mayor en Navarra (-1,5%) que la media nacional (-1,1%), en comparación con el sado positivo obtenido en cuatro CCAA, tal y como puede comprobarse en el siguiente gráfico.
Por último, recogemos el saldo de opiniones respecto al trimestre que comienza. Restando a las opiniones positivas las negativas comprobamos cómo Navarra obtiene un saldo de 1,6, frente al 5,2 de media nacional. Es decir, la opinión empresarial sobre el trimestre entrante es en la Comunidad Foral bastante más pesimistas que en España.
¿Por qué son relevantes estos datos? En primer lugar, porque el optimismo de los empresarios es fundamental y necesario para favorecer la actividad empresarial y estimular el crecimiento económico. Y en segundo lugar, porque como ya hemos indicado en anteriores ocasiones, “Navarra ha pasado de liderar muchos de los rankings económicos nacionales a encontrarse, tras dos años del nuevo gobierno, en un declive paulatino del que parece difícil salir si no se toma conciencia del mismo y de las razones que nos han llevado a él, y se emprenden los cambios necesarios”.