Navarra Confidencial, 7 de septiembre de 2017

El domingo Diario de Noticias publicaba una nueva y extensa entrevista a mayor gloria de Uxue Barcos, la presidenta del Gobierno de Navarra. La autocrítica, una vez más, no forma parte del repertorio de cualidades de Barcos, ni cuando lo intenta. En el mejor de los casos es capaz de presumir de que es autocrítica, cosa evidentemente muy distinta de ser autocrítica. 

Cuando se le pregunta si una nueva subida de impuestos no puede suponer fuga de empresas, como dice la oposición, Barcos responde asegurando que no es verdad que haya fuga de empresas y que “Los índices económicos y de confianza empresarial van bien, más allá de que en momentos puntuales haya un dato negativo al que se agarren para dibujar una noche cerrada y fría que no se corresponde con la realidad”.

¿Va bien la confianza empresarial?

Resulta extraño que Barcos apele a los índices de confianza empresarial porque precisamente no es uno de los indicadores de los que pueda presumir el cuatripartito, más allá de que en momentos puntuales haya un dato positivo, dándole la vuelta al razonamiento de la presidenta. La siguiente gráfica resulta bastante explícita.

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Como pueden ustedes ver en el Indicador de Clima Industrial, una magnitud que publica periódicamente el Instituto de Estadística de Navarra en virtud de la cartera de pedidos de las empresas, la existencia de productos terminados y la tendencia de la producción, se refleja un panorama bastante sombrío. La curva apenas se recupera levemente del auténtico desplome que viene sufriendo a partir de mayo de 2016. Además, salvo el último dato, el Clima Industrial en Navarra ha venido ofreciendo lecturas por debajo de las del conjunto de España no digamos las europeas. Si de esto cree Barcos que puede presumir, ¿dónde haría entonces la autocrítica?

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La Confianza Empresarial de la que presume Bracos tampoco es un dato que avale su gestión. Primero porque esa confianza se desplomó cuando ella llegó al poder. Segundo porque esa confianza sigue lejos de recuperar el nivel que tenía antes de que ella llegara al poder. Y tercero porque no sólo es que actualmente estemos lejos de recuperar los niveles de confianza de mediados de 2015, sino porque el cuatripartito nos ha colocado por debajo de los niveles de confianza empresarial en el conjunto de España.

 

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Efectivamente, no es de noche

Se equivoca por último Uxue Barcos cuando pretende que quienes le critican dicen que es de noche cuando es de día. Fue ella quien jugó a eso estando en la oposición, pintando una Navarra sumida en la miseria que sólo existía en las crónicas de los medios que el nacionalismo controla. No le pagaremos con la misma moneda. No es de noche. La economía crece. Aumenta el empleo. Estamos en recuperación. Lo que sucede es que todo el mundo está en recuperación. La pregunta es si estamos aprovechando bien o mejor que los otros la recuperación. Si estamos haciéndonos más o menos atractivos para las empresas y los inversores. Si estamos sentando las bases para crecer al máximo o decrecer lo menos posible cuando vuelvan las vacas flacas, que volverán. Lo confianza empresarial, el clima industrial o el balance entre sociedades constituidas y disueltas nos dicen que no.

 

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Institución Futuro
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