Diariodenavarra.es, 14 de enero de 2013
En la jornada del Update, en la que colaboró Institución Futuro

Se acabó el individualismo, el ir por libre y hacer la guerra por tu cuenta. Cada vez se dan más pasos en el camino hacia una economía y una sociedad en la que la cooperación y la colaboración están mucho más presentes. En esa dirección se dirigen las nuevas tendencias del mercado. Trabajar en equipo, compartir ideas, ponerse de acuerdo para lograr un mismo objetivo… en la actualidad se están produciendo montones de experiencias cuyo factor común es la colaboración, tanto en el ámbito empresarial como en el social o personal.

“Hoy en día, en el mundo empresarial está aumentando la cantidad de colaboración y la calidad de esa colaboración. Pero no sólo lo están haciendo las empresas sino también las personas están organizándose en diferentes aspectos de la vida, por ejemplo para hacer un consumo colaborativo: se están poniendo de acuerdo para consumir de forma coordinada, para bajar los precios de los productos que compran o, incluso, para compartir lo que tienen con otros que los necesitan”, explica Alfons Cornella, fundador y presidente de Infonomia, empresa dedicada a detectar ejemplos de innovación y a dinamizar y transformar las organizaciones. Además, este consultor de grandes empresas ha publicado 20 libros y más de 1.000 artículos sobre ciencia, tecnología e innovación, como motores del cambio en las empresas.
“Durante 15 años nos hemos dedicado a estimular y hacer fácil la innovación pero en los tres últimos empezamos a ver que se estaba produciendo un fenómeno creciente a nivel internacional en el que empresas de ámbitos distintos comenzaban a colaborar. Intersecciones que ocurrían de forma insólita en compañías que procedían de sectores diferentes”, recuerda Cornella. “Nos interesó esta cuestión y empezamos a ver que muchas de esas colaboraciones surgían de forma accidental. La típica situación era que dos directores de dos empresas distintas se encontraban en un aeropuerto, recordaban que habían estudiado juntos y se planteaban por qué no hacer algo conjuntamente. Y se nos ocurrió que ese accidente de colaboración se podía realizar de forma sistemática”. Y así es como en 2009 nació Co-society, una iniciativa para el estímulo de la intersección sistemática de negocios entre empresas de sectores no coincidentes.

A juicio de Cornella, detrás de esta nueva tendencia se encuentra un cambio en la forma de consumir y en la forma de competir. En el futuro, la manera de resolver la complejidad de la mayoría de situaciones a las que hay que hacer frente será la colaboración. Los ciudadanos colaborarán más para consumir y las empresas tendrán que colaborar más para poder generar servicios de mayor valor. “A empresas de pequeña dimensión esto les puede parecer un poco estratosférico, un poco raro, pero ya hay empresas de aquí, que lo están haciendo”, apunta.

Por ejemplo, un fabricante de mochilas ya colabora con un hospital para mejorar la ergonomía de su producto y otro hospital ha desarrollado una nueva manera de hacer cirugía del pecho hundido fruto de una colaboración con una empresa del sector metal-mecánico. “Son ejemplos que tenemos a nuestro alrededor. Se preguntan: ‘yo qué tengo, tú qué tienes’, y se dan cuenta de que juntos tienen más que ofrecer que la suma de los componentes por separado. Y los resultados que se están obteniendo vienen a responder de formas novedosas a problemas que ya existían y que no se había planteado nadie”.

ÚTIL PARA LAS PYMES

El experto en innovación, que viajó a Navarra para impartir la jornada “We update you” organizada por Cein y el Gobierno Foral, en colaboración con Institución Futuro, considera que en los próximos años se producirá una gran fuente de energía económica como resultado de combinar lo que las empresas saben. Esto puede resultar especialmente interesante para las pequeñas y medianas empresas, menos dadas a la colaboración que las grandes, ya que estas últimas tienen el estímulo de los programas de investigación europeos o de los fondos estatales.

“Las pymes no se dan cuenta del enorme potencial de negocio que hay en la colaboración: desde unirse para hacer un producto juntos, hasta reinventar la forma en que se realiza la distribución o diseñar un nuevo packaging”, señala Cornella. “Entre pymes colaborar está a flor de piel, es muy necesario. Pero no sólo a nivel de España, porque Europa está constituida de pequeñas y medianas empresas. Hay una riqueza de conocimiento enorme pero no existen los instrumentos para conectar y en Co-society creemos que hay que hacerlo”.

CONFIANZA

A la hora de colaborar, la confianza tiene que ser un pilar básico para establecer una relación entre empresas: “Para colaborar se necesita confianza y esta deriva de la generosidad. Si uno se acerca a la cooperación sólo intentando sacar partido, el resultado es escaso. Si no hay un juego limpio, en el que todo el mundo pone sobre la mesa lo que tiene, el sistema no funciona porque está basado en la aportación de todas las partes. Si alguien sólo tiene el objetivo de recibir, el resultado no sirve”.

Por eso hay que invertir tiempo, recursos y energía en crear ese entorno de confianza entre las empresas y los grupos de trabajo. En opinión de Cornella, esa es una parte fundamental en la que centra sus esfuerzos Co-society: “Hay que saber crear un entorno de confianza para que eso ocurra. No es fácil y muchas veces el contacto es una persona, que tiene que tener un punto de empatía para conectar con todos y que les anime a abrir sus puertas. Es el que realiza la conexión y el que actúa como catalizador”.

Institución Futuro
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