Cuando a alguien de la extrema izquierda se le pregunta por Galicia, Cataluña o Euskadi, la respuesta es que son lo más grande, que su bandera y su historia son inmaculadas, que quien no respeta el sentimiento de amor a Galicia, a Cataluña y Euskadi es un fascista, que el nacionalismo gallego, vasco o catalán son dignos de todos los sacramentos. La cosa cambia sustancialmente cuando se trata de España y la bandera española.
En tal caso cualquier izquierdista radical que se precie dirá que su patria es la sanidad y la educación. Que la bandera española es buen combustible. Que el sentirse español y amar a la patria es reaccionario y facha. Que o se ama a España o se ama la Sanidad y la Educación. Es en virtud de este tipo de planteamientos que IU y Podemos no tienen ningún problema en pactar con los nacionalistas. ¿Pero que pasa cuando se devalúa la bandera de Navarra o la española en favor de la ikurriña si a cambio la educación y la sanidad no sólo no mejoran sino que empeoran? ¿Cuál es la coartada entonces para ser los portamaletas de los nacionalistas?
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El último informe de Institución Futuro reúne algunos de los datos que se acaban de conocer en torno a la evolución del sistema educativo. En el primer gráfico, sólo para situarnos, observamos cuál es la situación general de España en Europa respecto al fracaso escolar. La mala noticia es que somos los que tenemos peores resultados tan sólo superados en lo malo por Malta y tan sólo por un poco.
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El segundo gráfico ilustrativo muestra la preocupante evolución del abandono educativo temprano que resulta particularmente grave en el caso de Navarra. En un sólo año hemos pasado del 9,8% al 14,3%. Es decir, ya en pleno gobierno del cambio el abandono escolar temprano ha crecido 4,5 puntos, un 45,9%.
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El tercer gráfico resulta tan preocupante o más que el anterior puesto que observamos que la llegada del cuatripartito al poder coincide con un claro repunte del abandono escolar que además coincide con una bajada general en el conjunto de España. Empeoramos cuando los demás mejoran y la diferencia entre el conjunto de España y Navarra, que al llegar el cuatripartito era de 9,2 puntos, se reduce a 4,2. Se trata de la diferencia más baja en toda la serie registrada.
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Salta a la vista que el actual gobierno de corte nacionalista ha realizado un importante esfuerzo en el campo educativo con todo lo que tiene que ver con lo identitario e ideológico, pero no salta menos a la vista que todo el esfuerzo que se ha hecho en lo identitario y lingüístico se ha dejado de hacer en lo estrictamente educativo y formativo.
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Si la patria de la extrema izquierda que apoya a los nacionalistas es la Educación, entonces la patria va bastante mal y los resultados no avalan el apoyo al nacionalismo y su política identitaria. A ver si va a ser que la educación y la sanidad no mejoran sólo por renegar de la españolidad o el navarrismo y acercarse a la ikurriña.